El honor de una mujer extraordinaria: Sayeda Zainab (P)

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Bismi Lahe Rahmane Rahim.

Mis condolencias por la conmemoración del fallecimiento de una noble mujer luchadora que, pese a la debilidad de su cuerpo, nos ha enseñado que el valor, el vigor del ánimo y la fidelidad a los principios son factores fundamentales para llegar hasta el final. Es una experiencia exitosa que nos brinda Sayeda Zainab(P), una lección para todo hombre o mujer que opta por ese camino en el que muchos suelen tirar la toalla.

La historia de los pueblos se hace gracias a las aportaciones de los hombres y mujeres en los campos que contribuyen a que esos pueblos destaquen en el ámbito cultural, económico, social o de otra índole. Evidentemente los criterios de la valoración de esa relevancia varían según los fines que se trazan previamente.

A veces se hace hincapié en el desarrollo científico para conseguir comodidades. Pero en otros casos los esfuerzos se centran en cultivar el saber, disciplinar el alma, promover los valores, contribuir a la formación de la personalidad del ser humano y defender su dignidad. Cabe destacar que la humanidad necesita de todo lo que pueda generar su desarrollo en todas sus dimensiones teniendo en cuenta el criterio de la prioridad. Aun así es notorio señalar que el cambio que se genera en esas dimensiones presenta aspectos diferentes. La particularidad en el terreno de la cultivación de valores consiste en el empeño por sensibilizar y concienciar al hombre de su propia existencia.

En virtud de lo arriba mencionado toda causa justa, para tener éxito, no basta con su autenticidad o legitimidad. Pero tampoco es suficiente la bondad y la honestidad de los que la adoptan. Depende más bien del empeño de sus partidarios en difundir y defender dicha convicción. Una ideología puede ser útil a la humanidad pero necesita de unos canales para transmitirla y dar a conocer su contenido y beneficios.

La religión no es una excepción a esa regla, de ahí que frecuentemente nos topemos con versículos dirigidos al Profeta (P) ordenándole que hablara con la gente, dialogara con el otro para exponer sus ideas, en ese caso el mensaje divino. ”Di Él es Dios uno, Dios eterno, no ha engendrado ni fue engendrado, no hay otro semejante a Él”. Monoteísmo” 
¡Oh Mensajero! Transmite lo que ha descendido a ti, procedente de tu Señor. Y si no lo haces será como si no hubieses transmitido nada de su Mensaje” La Mesa 67.

Se desprende de lo anteriormente expuesto que la difusión es un canal imprescindible para dar a conocer una tendencia, convicción o ideología. La propagación es un medio de doble filo, puede reforzar la verdad para que luzca aún más o al contrario, opacarla.
En el caso que nos ocupa, Sayeda Zainab(P) es una figura ejemplar en este ámbito. Gracias a ella se liberó la causa del imam Husain(P) de las garras de la censura de la autoridad tiránica de su época. Gracias a su empeño pudo esclarecer los detalles de la hazaña de Ashura. Gracias a sus discursos, sus quejas, su clamor pudo cambiar la opinión pública errónea divulgada sobre la realidad de lo que ocurrió en ‘Ashura. Así que hoy rememoramos el día del fallecimiento de sayeda Zainab(P) subrayando aquel episodio singular que alargó la vida de la causa por la que se ofrecieron muchos sacrificios. Fue ella quien dio nueva sangre al movimiento del imam Husain(P). Dios ha decretado que, junto con el nieto del Profeta (P) que no ha escatimado esfuerzos por salvar el mensaje divino, Sayeda Zainab (P) jugara un papel fundamental y mostrara una lucha de otra naturaleza, la lucha política defendiendo la legitimidad y rompiendo los muros de opacidad que levantaron los Omeyas para desfigurar la verdad.

Para lograr ese fin, sayeda Zinab encarnó la personalidad de su padre imam ‘Ali(P); en sus discursos se hacía presente la elocuencia del imam(P), el contenido de sus sermones, el impacto de sus expresiones, la atracción de su estilo y por supuesto el carisma que heredó de la cima de la elocuencia: Imam ¡Ali(P).
Sayeda Z. (P) es una pieza fundamental en la cadena del imamato. Jugó un papel de gran relevancia en la historia del islam, porque gracias a ella se disiparon las mentiras tejidas sobre los sacrificios de Karbalá. La labor de Sayeda Zainab (P) respecto a su hermano imam Husain(P) se parece a la de sayeda Fatima (P) frente a los problemas surgidos inmediatamente después del fallecimiento del Profeta (P). Así mismo su postura en pro de la continuidad del imamato se asemeja a la de su abuela Khadija (P) en los comienzos de la carrera profética.
 

Son mujeres nobles, honorables destacadas por defender causas legítimas de gran envergadura y por su íntima vinculación con el principio de la justicia. A cada una de ellas le tocaba desempeñar un papel decisivo en la preservación del mensaje celestial. Gracias a su casamiento con sayeda Khadija el profeta (P) pudo abrir la primera brecha en el bloque monolítico de las tradiciones de Quraish. Ese noble papel fue seguido por su amparo al Profeta (P), garantizando la cobertura económica que hizo que la misión profética se independizara de posibles extorsiones y chantajes. 
En cuanto a sayeda Fátima (P) su postura en defensa del imamato era un hecho histórico que ha eternizado la condena al cambio político sucedido tras la muerte del Profeta (P).

Del mismo modo sayeda Zainab (P) destacó por su valor y determinación en una situación de adversidades y por su ahínco infatigable por evitar que se enterrara la causa del imam Husain (P) tras el martirio de este. En su lucha contra el régimen opresor, que hizo todo lo que pudo para tergiversar la verdad, Sayeda Zainab logró refutar la versión oficial de lo que ocurrió en Karbala. Consiguió romper las barreras del sesgo informativo y abatió el orgullo tribal omeya. Gracias a su insistencia por esclarecer los hechos y desvelar la verdad pudo, a través de sus discursos, sacudir la conciencia de la gente y despertarla del letargo que se apoderó de ella.

Brahim Amal

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