Los días 3,4 y 5 de este mes de Shaban se caracterizan por el resplandor del nacimiento de hombres que se han calificado de eminentes, no solo por su linaje, sino también por su postura, por sus hazañas registradas en la historia de la victoria y la gloria de los valores humanos. El derramamiento de la sangre del imam Husain(P) ha inaugurado el comienzo de un escenario conocido como un giro histórico en el curso de los acontecimientos posteriores al evento de Karbala. Ha eternizado el valor del sacrificio por una causa justa, por unos preceptos celestiales que hacen del hombre el ser humano a la altura de todos los retos, el hombre perfecto en medio de una inmensa mayoría engañada, el hombre íntegro que se aleje de las frivolidades.
La conmemoración de estos tres astros nos evoca por lo menos tres valores por simplificar. Imam Husain(P) es el maestro que nos enseña cómo hay que rechazar la humillación. El lema del Imam (P): ¡Lejos está de nosotros la humillación! Sigue resonando en los horizontes, sigue llegando a los oídos de los que anhelan la libertad.
‘Abbas es un paradigma de altruismo, ejemplo de abnegación, el mejor exponente que encarna el espíritu de la aleya: “Y les prefieren a sí mismos aunque se encuentren en una extrema necesidad “Destierro, 9
Imam Sayyad(P) un hombre que no tiene rival en el campo de la espiritualidad, no se cansa en sus súplicas a Dios. Pasa su mayor tiempo absorto en su aniquilación en la proximidad divina. Su seminario enciclopédico era una innovación insólita en ese campo dadas las circunstancias adversas que le apesadumbraban. Enseña la unidad y unicidad de Dios a través de sus súplicas. Desglosa una serie de derechos y deberes a nivel individual y a escala social con el fin de mantener la personalidad del musulmán al abrigo de toda alteración. Con estas enseñanzas se suministra al musulmán un bagaje cultural y espiritual capaz de configurar su identidad. Quizás se entienda que con esta tendencia el Imam convocaba a retirarse de la vida política y dejar de reivindicar sus derechos ciudadanos.
En realidad si no se ubica al imam en su contexto histórico y político no se entenderá fácilmente ese nuevo procedimiento. No se olviden el panorama de terror y miedo que reinaba tras el genocidio de Karbala. El sentimiento de la humillación y la derrota que se apoderaba del pueblo de Kufa. La brutalidad y el terrorismo de estado que no daba tregua al pueblo. A tenor de todo lo mencionado, el Imam Sayyad(P) era el encargado legítimo de guiar a la gente se tuvo que elegir un mecanismo que él valoraba eficaz para hacer algo frente a esos retos.
Evidentemente jamás se podía actuar de una misma manera en defensa del pueblo y para preservar valores humanos y salvar la dignidad. Son las circunstancias las que condicionan movimientos de esta naturaleza manteniendo permanente el espíritu de lucha.
A la luz de esas aclaraciones el imam promovía un movimiento clandestino, pero no en el sentido de agrupaciones organizadas y armadas contra la corrupción del gobierno, sino en cuanto a su forma y contenido. Las súplicas conforman el marco que engloba un contenido rico y variado que se extiende en diversos campos del saber. El imam sostenía la estrategia de una revolución cultural, una remodelación en el ámbito de principios, una fortificación de la fe después de que esa sufriera desgaste y deterioro.
De veras no hay nada más eficaz, para luchar contra la corrupción y la tiranía, que empezar por una revolución en el campo de la interioridad de sí mismo. Gracias a la educación y al saber se adquiere la inmunidad moral y cultural, se consigue la auténtica libertad, y se consolidan los valores de forma armoniosa. Ese es el plan del imam Sayyad (P) frente a una maquinaria represiva de un gobierno tirano, y ante el pavor espantoso de un pueblo decaído. Es una aplicación de la teoría coránica en busca de un cambio íntegro, global y firme:” En verdad, Dios no cambia la situación de un pueblo mientras ellos no cambien lo que hay en sus almas” El Trueno10.
Brahim Amal
