La cercanía con nuestro Creador

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La fluctuación espiritual es una de las características de nuestros corazones. Nuestra alma es llamada también “qalb” (corazón) y cambia de vez en cuando, cada día y en cada ocasión. Bajo ciertas circunstancias, podemos sentirnos más espirituales y luego sentirnos más mundanales en este sentido. Una de las principales razones es que nuestro corazón es como un metal y el Infierno y el Paraíso son como imanes que atraen a ese metal. Cuando estamos en el campo magnético del Dunia (el campo del mundo satánico), naturalmente nuestra espiritualidad disminuye y, cuando estamos en el campo divino, nos sentimos más espirituales.

Dependiendo de la frecuencia y el tiempo que mantengamos nuestros corazones en el campo magnético del Dunia o el Ajira desarrollaremos una naturaleza infernal o celestial hasta que se convierta en nuestra segunda naturaleza. Luego, nos convertiremos en un imán también, un imán celestial, si Al-lah quiere, o en un imán infernal, que Al-lah lo impida. ¿Te has dado cuenta que cuando te sientas con algunos sabios o incluso lees sobre ellos te sientes más espiritual? Eso es así porque ellos han estado tanto tiempo en el campo magnético del Paraíso que se han transformado en otro imán celestial que atrae a la gente hacia el bien y la espiritualidad. Lo mismo se aplica a la gente que tiende hacia el mal en este mundo. Ellos arrastrarán, a su vez, a la gente a su propio pozo del Infierno.

Ahora que conocemos la función de nuestros corazones sabemos que el remedio está en nuestras manos: cuando estás en el Hayy te sientes más espiritual porque estás justo en el centro de todos los imanes espirituales. Te sientes menos espiritual en tu ciudad porque estás rodeado por cosas mundanas que apartan tu atención de la espiritualidad. Lo que necesitas hacer es exponerte más a los imanes espirituales de maneras como:

1. Construyendo una relación personal y permanente con Al-lah: habla con Al-lah cuando estés conduciendo, caminando, haciendo tus quehaceres domésticos etc. Incluso háblale en voz alta cuando nadie está a tu alrededor. Haz esto cada día hasta que te acostumbres a ello. No importa lo que Le digas. Es la comunicación lo que importa.

2. Acude de forma más frecuente y regular a los encuentros espirituales, tales como los programas religiosos de los centros islámicos que hay cerca de ti.

3. Tu círculo de amigos importa mucho. No te asocies con los no mahram. Los no mahram aquí son aquellos que desvían tu atención (desde la espiritualidad) hacia el Dunia hablando de temas como la moda, los negocios y todos los asuntos mundanos.

4. Intenta rezar en su tiempo debido, especialmente la oración del Fayr (alba), que es registrada por dos grupos de ángeles y, si es posible, pasa 15 minutos antes de la oración del Fayr en tu alfombra meditando y enviando tu mente al futuro; así por ejemplo, piensa en el año 2070 y pregúntate: “¿Dónde voy a estar en esa fecha? ¿Qué va a ocurrirme entonces? Tu vida allí y entonces dependerá de cómo vivas ahora.

5. Trata de desarrollar una conexión íntima con el Profeta y su Ahlul Bait porque se nos ordena a nosotros, como musulmanes, que los amemos, los respetemos y sigamos sus enseñanzas.

AlulBeyt España

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