Al tratar un tema como este, quizás sea mejor comenzar con su definición y una evaluación de su importancia. Empecemos entonces definiendo algunos términos. En árabe, el conocimiento se llama Ma’rifatul-Nafs. ¿Qué es Ma’rifatul-Nafs o el conocimiento de uno mismo?. ¿Qué tipo de saber es?.
No es el tipo de saber que tiene que ver con temas triviales y no esenciales. El conocimiento trata de otro aspecto de nuestro ser. No se relaciona con nuestros sentidos físicos, sino que trata con la dimensión espiritual de nuestras vidas.
Cuando hablamos de las diferentes dimensiones del espíritu y de nuestro ser, no debemos olvidar que el ser humano es fundamentalmente diferente de otros seres. Aunque estamos anclados en el mundo animal de muchas maneras, aquí nos centramos en lo que nos separa de los animales y no se encuentra en ellos.
Para entender mejor por qué este tema es de tal importancia, tal vez ayude a citar unos cuantos versículos del Corán y los Hadices sobre el tema. Hay muchos versos en el Corán Glorioso en este sentido. Uno de estos versículos se encuentra en la Surah al-Hashr, donde el Todopoderoso Allah dice:
«No sean como aquellos que se olvidaron de Dios y Él les hizo olvidarse de sí mismos; éstos son los corruptos«. (59:19)
Aquí el Señor dice que olvidarLe nos hace olvidarnos a nosotros mismos, y finalmente nos lleva a la transgresión. Hay una tradición muy similar a este versículo, aunque trata el asunto desde otro ángulo. Esta tradición es muy famosa, y es difícil encontrar un libro sobre ética, que no lo haya citado: «El que verdaderamente se conoce a sí mismo conoce a su Señor».
Esta tradición afirma que profundizar en nuestro ser implica también conocimiento sobre nuestro Señor. La conciencia del sí mismo conduce a la conciencia del Señor. Y de igual modo, el que es ajeno al Señor, es ajeno a sí mismo. Si uno está determinado a aprender acerca de su Señor, entonces la mejor manera de lograr la tarea es aprender sobre uno mismo.
Otro versículo que trata con el tema se encuentra en Surah al Ma’idah, donde Allah dice:
¡Oh, los que creéis! Vuestra responsabilidad es cuidar de vuestras propias almas. Mientras vosotros estéis bien guiados nadie que se extravíe podrá perjudicaros. Todos vosotros regresaréis hacia Dios y seréis informados de los que hacíais. (5:105).
En este versículo, Allah nos está diciendo que debemos cuidar de nosotros mismos, prestar atención a nuestro interior, tener cuidado del bienestar de nuestros espíritus, y ser conscientes de las enfermedades de nuestras almas y el modo de curarlas. También nos dice que debemos prestar atención a nuestros deberes, obligatorios para nosotros como musulmanes.
Él nos afirma que si entendemos el camino, que si somos creyentes fieles y comprometidos, la mentira no nos hará daño. De esto entendemos que nuestro primer deber es cuidarnos espiritualmente.
A veces puede plantearse una cuestión sobre la relación entre el creyente y la sociedad. ¿El versículo anterior significa que debemos centrarnos en nosotros mismos y no prestar atención a la sociedad en general? Para responder a esta pregunta vamos a ver lo que Allamah Tabataba’i dice sobre este tema en su obra de referencia, Al-Mizan.
Este gran intérprete y erudito del Corán Glorioso explica que lo que se quiere decir aquí es que debemos cuidar de nosotros mismos y estar familiarizados con nuestros deberes sociales y privados, para que también podamos ser socialmente responsables. Por ejemplo, en el Islam se nos manda que aconsejemos a la gente hacer el bien y prohibir las malas acciones. Quien no cumple con este deber no es considerado un musulmán devoto, debido a que no está ayudando a la sociedad a mejorarse.
Por lo tanto, en el Islam cuidarse espiritualmente está estrechamente ligado a preocuparse por el bienestar de la sociedad también. Por el contrario, es importante recordar que la sociedad puede influir mucho en una persona, debilitando o fortaleciendo la propia fe.
Otra pregunta que puede surgir es «¿Somos responsables de guiar también a los no musulmanes?» La respuesta es un sí inequívoco, aunque lo más importante antes de hacerlo es conducirse de una manera tan piadosa y justa, que otros puedan ver los inmensos beneficios prácticos de ser un musulmán fiel.
Mohammad Ali Shomali