Recordando el martirio del imam Sadiq (P) queremos destacar lo que suponía la desaparición de un hombre de gran relevancia y de un talento sin parangón en su época, una estrella que brilla en todos los campos del saber. Justamente en un tiempo en el que irrumpían ideas que cuestionaban grandes temas filosóficos que inquietan al hombre y por ende necesitaban de unas respuestas globales y convincentes. Desafortunadamente los tiranos hacen todo lo que este a su alcance para mantenerse en el poder. Acallan a todas las voces que despierten la conciencia, apagan cualquier luz que alumbre la mente y atacan el pensamiento liberador que exhorta a sacudirse el yugo del servilismo.
En efecto ese es un destello sobre el contexto político en el que se movía el imam Sádiq (P). Sin embargo el imam, gracias a su sabiduría, podía esquivar muchas trabas que dificultaban su misión de restructurar y sistematizar las ciencias islámicas y difundir el saber de Ahlulbait (P).
Aprovechamos esta ocasión para sentarnos, por un instante, ante el imam Sádiq (P), con todo el respeto que se merece, para que nos inculque una dosis de sus instrucciones.
“Aquel cuyos sus dos días (seguidos) son iguales es engañado, aquel cuyo su día es peor que el anterior está fascinado, quien no controla la merma en su vida seguirá imperfecto, quien se mantiene en esta situación (de la imperfección), pues, la muerte es mejor para él. Y quien incurre en una transgresión, por descuido, es digno de ser indultado y perdonado”. Bihar 78.277/113.
قال عليه السلام: (من اعتدل يوماه فهو مغبون، ومن كان غده شر يوميه فهو مفتون ومن لم يتفقَّد النقصان في نفسه دام نقصه، ومن دام نقصه فالموت خير له، ومن أذنب من غير تعمد كان للعفو أهلا) البحار: 78 / 277 / 113
Obviamente los imames (P), siguiendo la misma filosofía del profeta (P), han tenido siempre a sus seguidores bajo control en el sentido positivo de la palabra. Es decir les proporcionan todo lo que les pudiera ser útil y beneficioso. Así que de vez en cuando les dirigen sus consejos, sus instrucciones para mantenerles al abrigo de todo tipo de alteración y desviación.
Bajo el lema coránico “¡Y recuerda! puesto que el Recuerdo beneficia a los creyentes”51/55 el imam (P) nos presenta una herramienta con la cual podemos mantenernos atentos a cualquier cambio que pueda surgir en el estado de nuestra personalidad como creyentes.
وقال الصادق (ع): مَنْ استوى يوماه فهو مغبون، ومَنْ كان آخر يومه شرّهما فهو ملعون، ومَنْ لم يعرف الزيادة في نفسه كان إلى النقصان أقرب، ومن كان إلى النقصان أقرب فالموت خير له من الحياة. ص173
En otros hadices figura: maldito y arruinado en vez de fascinado. De todos modos el contenido del hadiz apunta al esfuerzo continuo que hemos de desarrollar de forma asidua para no, solo, contentarnos de mantener un cierto grado de fe sino conseguir más todavía hasta llegar a grados elevados.
Mantenerse uno en un estado sin cambios podría ser perjudicial para el individuo. Porque lo normal en el humano es vivir el cambio incesante mientras está en este mundo. Ahora bien alguien podría discrepar esta opinión alegando que mientras se encuentra uno en un área positiva no hay que preocuparse. En realidad de acuerdo a la naturalidad del hombre el crecimiento, el progreso y el cambio son características que lo diferencian. De ahí que la sentencia del imam (P) acerca de vivir dos días iguales aunque sea dentro de lo ventajoso lo califica de censurable. Probablemente el imam quisiera destacar el interés que debe mostrar el musulmán respecto de incrementar el grado de su fe, mejorar su estado de creencia, corregir sus errores y de acrecentar su conocimiento dentro del marco de la perfección que le fue designada.
Para el imam dos días similares aunque sea en el seno de lo positivo no es satisfactorio, pues imagínemos si tu día es peor que el anterior. El imam dice que está fascinado, es decir arrastrado por sus pasiones, o sea se deja llevar por su ego; es comienzo del descarriamiento. Por eso el imam califica de fascinado a quien se encuentra en este estado. En otros hadices lo califica de maldito o arruinado.
Observamos que la calificación sube el tono de reproche y censura. Y se sube más aún cuando dice el imam (P): quien se mantiene en el estado de imperfección (es decir sin esforzarse para mejorar su estado de fe, caracteres, conocimiento y sabiduría) la muerte es mejor para él.
Otra vez más en este fragmento se pone de manifiesto el cambio inherente al ser humano para lograr su estado completo dentro, por supuesto, de las facultades propias del hombre.
Habrá que enfatizar un poco este párrafo en el que dice el imam(P) : la muerte es mejor para él, ya que en realidad no significa que la muerte sea mejor sino que es una manera de decir que si alguien no procura cambiarse a mejor y no intenta adquirir la perfección pues es considerado como muerto.
La moraleja global de este hadiz es la obligación que tenemos de llevar a cabo el control de nuestro ego. De hacer una introspección de vez en cuando para arreglar lo se puede arreglar, corregir errores y perfeccionarse paulatinamente de acuerdo a la aleya coránica: “Y a quienes se esfuerzan por Nosotros les guiaremos a nuestros caminos” 29/69.
Brahim Amal
