Mohammad Ali Shomali
La importancia del ayuno en el Islam se puede deducir de muchos versos del Sagrado Corán. Por ejemplo, el versículo 2:45 dice:
“Y recurrid a la paciencia y la oración, y ciertamente eso es difícil excepto para los humildes”.
Con base en varias narraciones, “paciencia” se ha interpretado como ayuno debido al hecho de que el ayuno, consistente en abandonar ciertos actos como comer y beber durante parte del día, es una de las mejores formas de paciencia.
Las narraciones han aconsejado a los musulmanes que recurran al ayuno cuando se enfrenten a problemas y dificultades desafiantes.
Aunque el ayuno está profundamente relacionado con el mes de Ramadán, es un importante acto de adoración en sí mismo y también puede realizarse fuera de Ramadán. Excepto por dos días prohibidos, el ayuno es una acción recomendada durante todo el año, especialmente en ciertos meses como Rayab y Shaaban y en ciertos días como lunes y jueves.
Además, el mes de Ramadán, independientemente del ayuno, brinda una gran oportunidad para dar incluso a aquellos a quienes no les incumbe el ayuno una oportunidad de beneficiarse de sus innumerables méritos.
Mes de Ramadán como lo describe el Santo Profeta del Islam
En un conocido sermón pronunciado por el Santo Profeta del Islam (PB) en el último viernes del mes de Shaaban (anterior a Ramadán), dijo:
“¡Oh gente! Ha llegado el mes de Al-lah trayendo bendición divina, misericordia y perdón.”
El punto sutil de esta frase es el hecho de que estos tres dones divinos no se otorgan al ser humano al final de este mes; más bien, estos son los regalos especiales del mes de Ramadán desde el mismo día en que comienza.
El Santo Profeta continuó:
“Este es el mes en el que habéis sido invitados al banquete de Al-lah.”
De acuerdo con la redacción de la frase anterior, las personas están “invitadas” a este banquete. Por lo tanto, para entrar en un banquete tan auspicioso, deben aceptar esta invitación y actuar en consecuencia.
En términos generales, mientras que “banquete” se entiende como algo que requiere comer, beber y también puede incluir algún tipo de entretenimiento, el “banquete de Al-lah” es esencialmente diferente. El ayuno es una condición para recibir los regalos especiales otorgados por Al-lah (SWT) en este banquete.
Para comprender el carácter del banquete divino, primero debemos notar que cada banquete consta de cuatro elementos esenciales:
1. Cuando te inviten no serás rechazado. Así, se espera que el anfitrión dé la bienvenida a su invitado, ya que una “invitación” no tiene sentido si se niega la recepción al invitado. En consecuencia, cuando Al-lah (SWT) invita a Sus siervos al banquete de Ramadán, las puertas de Su misericordia se abrirán para aquellos que acepten la invitación.
2. Cuando ingrese al lugar del banquete, será tratado con honor y respeto. A la luz de este hecho, uno puede entender la siguiente declaración en el sermón mencionado anteriormente:
“En este mes, sois aquellas personas a las que Al-lah respeta y honra”.
3. Cuando vayas a un banquete te darán o mostrarán algo sin necesidad de pagar. En otras palabras, esperas obtener algo sin dar nada a cambio. En el banquete de Ramadán, Al-lah (SWT) no sólo recompensa generosamente nuestras acciones, sino que también otorga diversos dones hasta el punto que Él cuenta el sueño de Sus invitados como un acto de adoración y su respiraciones como Su glorificación, como se afirma explícitamente en el mismo sermón:
“Tus respiraciones en él (el mes de Ramadán) son glorificación (de Dios) y tu sueño en él es adoración.”
4. Cuando te invitan a una fiesta, naturalmente esperas encontrarte con el anfitrión y consideras su ausencia como una desaire. En consecuencia, cuando Al-lah (SWT) invita a Su siervo a Su banquete, Él está listo para mostrarse a Sus invitados y reunirse con ellos.
“Este es el mes en el que has sido invitado al banquete de Al-lah…”
Esta parte del sermón subraya el hecho de que esta bendición se haya dedicado al mes de Ramadán. El Santo Profeta de Islam añadió:
“A los ojos de Al-lah, este mes es el mejor mes, sus días son los mejores días, sus noches son las mejores noches y sus horas son las mejores horas.”
