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Dos aleyas del Corán sobre Ahlulbeyt (P)

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Dos aleyas del Corán sobre Ahlulbeyt (P)

El Noble Corán es la fuente de pensamiento y origen de la Shari’ah y de los valores islámicos. Aquello que contiene el Corán es revelación y palabras sagradas y divinas, las cuales conforman la organización de la vida y detallan sus leyes.

Cada musulmán sabe que aquello que contiene el Corán es su legislación y mensaje en la vida y que es necesario actuar según él y marchar conforme a su guía.

Este mismo Corán se ha referido a Ahlul Bayt (P) de las siguientes maneras:

1- Aclarando su nombre convencional con el cual los denomina. A veces los llama Ahlul Bayt, como en la aleya de la purificación, y otras los llama Al-Qurba, como en la aleya referida al amor hacia ellos. En este sentido fueron reveladas muchas aleyas aclaradas por la tradición profética y explicadas a la Ummah en su momento, lo que fue narrado por los comentadores del Corán y narradores de tradiciones en sus libros y enciclopedias.

2- Registrando sucesos y acontecimientos que particularizaron a Ahlul Bayt (P) y revelando muchas aleyas que nos hablan de las virtudes y posición que ostentan, y otras que los alaban, orientando todas ellas a la Ummah a congregarse a su alrededor. A veces los mencionan en conjunto, como en la aleya de mubahalah (la maldición recíproca), o en la de it’am (alimentar a los demás) en la sura de Ad-Dahr y en otras; y a veces los mencionan en forma individual, como en la aleya de wilaiah (supremacía):

«Vuestro Wali (protector, señor) es Allah, Su Mensajero y aquellos creyentes que realizan la oración y dan el zaqa (limosna) estando en ruku (inclinación de la oración)». (Corán; 5:55)

A causa de su gran número, examinaremos solo algunas de las aleyas que se refieren a Ahlul Bayt (P), explicando y aclarándolas para establecer así su virtud y supremacía:

Primero: la aleya de tathir (Purificación)

«… Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Ahlul Bayt!, y purificaros de sobremanera». (Corán; 33:33)

Tanto las exégesis del Corán como las diferentes narraciones, coinciden en que, al decir Ahlul Baytin Nabi (la gente de la casa del Profeta), la aleya se refiere a: Alí, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain (P).

Dice Suyutí (destacado sabio de la escuela sunnah), en su obra Ad-Durrul Mansur:

«Cuenta At-Tabarani de Umm Salamah (una de las esposas del Profeta) que el Mensajero de Allah (ByP) le dijo a Fatima (P): «Tráeme a tu esposo y a sus dos hijos». Ella los trajo y entonces el Mensajero de Allah (ByP) extendió sobre ellos un manto fadakí que los cubrió; luego colocó su mano sobre ellos y dijo: «¡Dios mío! Por cierto que ellos son la gente de Muhammad» -y según otra versión la familia de Muhammad-. Dispón Tus bendiciones y gracias sobre la familia de Muhammad, así como lo hiciste con la familia de Ibrahim. Ciertamente que Tú eres Loable y Glorioso».

Dijo Umm Salamah: «Levanté el manto para entrar junto a ellos y él (ByP) lo estiró de mi mano y dijo: «Tú tienes tu situación y en ella estás bien».

También fue narrado por Umm Salamah que el Mensajero de Allah (ByP) estaba en su casa, en su lecho, y tenía sobre él un manto de Jaibar. Entonces llegó Fatima (P) con una olla con jazira (un tipo de comida), y el Mensajero de Allah (ByP) le dijo: «Llama a tu esposo y a tus dos hijos Hasan y Husain». Ellos fueron y mientras estaban comiendo le fue revelado al Mensajero de Allah (ByP):

«… Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Ahlul Bayt!, y purificaros de sobremanera». (Corán; 33:33)

Entonces el Profeta (ByP) los cubrió con el manto y luego sacó su mano a través de él y señalando al cielo, exclamó:

«¡Dios mío! Ellos son la gente de mi casa y mis más íntimos. Aleja de ellos la impureza y purifícalos de sobremanera».

Dijo esto tres veces.

Continúa narrando Umm Salamah: «Metí la cabeza bajo el manto y dije: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Me incluyo entre vosotros? Respondió: «En donde estás, estarás bien (lo cual repitió dos veces).

Continuamente el Mensajero de Allah (ByP) explicaba a su Ummah el significado de la bendita aleya y se empeñaba en que la entendieran para que procurasen así, por su medio, la luz y marchasen sobre su guía. Él dijo (ByP):

«Esta aleya fue revelada respecto a cinco personas: Yo, Ali, Fatima, Hasan y Husain… Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Ahlul Bayt!, y purificaros de sobremanera».

Asimismo fue narrado por Aisha la explicación de esta aleya, lo que es una confirmación de las personas a las cuales se refiere.

Dice: «Salió el Mensajero de Allah (ByP) cierta mañana llevando un manto de pelaje negro, entonces llegó hasta él Al-Hasan a quien cubrió con el mismo, luego llegó Al-Husain a quien hizo entrar junto a ellos, luego vino Fatima y también la cubrió. Por último llegó Ali y lo mismo ocurrió con él. Después dijo (ByP):

«… Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, Ahlul Bayt, y purificaros de sobremanera».

Nos llega a través de otra narración que cuando el Enviado de Allah (ByP) pasaba delante de la puerta de FatImam (P), al dirigirse a realizar la oración de la alborada, decía: «¡A rezar Ahlul Bayt, a rezar… Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Ahlul Bayt!, y purificaros de sobremanera!

Es así como el Corán habla sobre Ahlul Bayt (P) y deja en claro la pureza de sus personas, las que se encuentran alejadas de la desobediencia y los pecados, y de actuar siguiendo las pasiones del alma. Es por eso que su conducta y personalidad son un modelo a seguir.

Si el Corán los describe con tales conceptos, es para enfatizarle a la Ummah su lugar y situación, para orientar su atención hacia ellos, para que sean imitados y se recurra a ellos para entender y extraer las leyes de la Shari’ah, para determinarle a la Ummah el referencial práctico al cual dirigirse ante las diferencias de opinión o contradicciones en el entendimiento de lo doctrinal.

Esto se entiende claramente por el énfasis que pone el bendito Corán en muchas de sus aleyas, al presentar a Ahlul Bayt (P) como un modelo para los musulmanes, después del Mensajero de Allah (ByP).

Si el Profeta puso tanta atención en detenerse frente a la casa de Ali y Fatima (P), en forma continuada, por espacio de varios meses, para llamarlos en momentos de la alborada, invitándolos a la oración y nombrándolos «Ahlul Bayt» a viva voz, fue para hacerle conocer a la Ummah las personas a quienes se denomina «Ahlul Bayt (P), explicando así la «aleya de la purificación». Al mismo tiempo, estaba haciéndoles conocer su distinguida posición al dirigir la atención hacia ellos y volver obligatorio el amarles, obedecerles y aceptar su supremacía.

Nos narra At-Tabarani de Abul Hamra, lo siguiente, que textualmente dice así: «Vi al Enviado de Allah (ByP) llegarse hasta la puerta de Ali y Fatima (P) continuamente, durante un período de seis meses y decir: «Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Ahlul Bayt!, y purificaros de sobremanera».

Menciona Al Fajru Ar-Razi en At-Tafsir Al-Kabir que el Mensajero de Allah (ByP), después de haber sido revelada la aleya que dice:

«… Y ordena a tu gente realizar la oración, y tú mismo sé perseverante en ella». (Corán; 20:132)

… comenzó a ir continuamente, todas las mañanas, donde Ali y Fatima (P) y decir: «… a la oración». Se mantuvo haciendo esto por varios meses.

Nos llega en un hadiz de Hammad Ibn Salamah, de Ali Ibn Zaid, de Anas Ibn Malik que: El Profeta durante seis meses, pasó por la casa de Fatima (P), cada vez que salía para rezar y decía: «A rezar, Ahlul Bayt. Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, Ahlul Bayt, y purificaros de sobremanera».

Aquí también encontramos una aclaración y un indicio de la especial atención que tenía el Mensajero de Allah (ByP) por esa casa y por enfatizar a los musulmanes que aquellos eran la gente de su casa, de quienes Allah alejó la impureza y purificó de sobremanera. Esto lo hizo después de dirigírsele Allah, Poderoso e Imponente, diciendo:

«… Y ordena a tu gente realizar la oración, y tú mismo sé perseverante en ella». (Corán; 20:132)

De la aleya «Allah solo quiere alejar de vosotros la impureza, Ahlul Bayt, y purificaros de sobremanera», resulta obvio por la utilización de las expresiones ankum (de vosotros) y iutahhirukum (purificaros a vosotros), que están en plural masculino y no en plural femenino (como está en expresiones anteriores), que se refiere a los cinco mencionados.

En muchos libros de Tafsir está registrado que si se hubiera referido a las esposas del Profeta (ByP), hubieran sido utilizadas las expresiones ankunna (de vosotras) iutahhirukunna (purificaros a vosotras), dirigiéndose así a ellas en plural femenino.

Esta aleya marca un camino de extenso contenido y orienta nuestras miradas a realidades fundamentales en la vida islámica, para que no se nos confunda la comprensión de las cosas, ni se pierdan los reales propósitos del Libro de Allah, el cual quiere edificar la Ummah sobre las bases de la pureza y el alejamiento de lo impuro y lo abominable, y el cual dispone a Ahlul Bayt como minarete de tal edificación.

No existe entre los musulmanes nadie a quien el Corán describa de tal manera, ni nadie a quien el Profeta (ByP) se haya dirigido con atributos semejantes, como lo son el calificativo de absoluta pureza y de estar alejado de todo pecado y falta, excepto Ahlul Bayt (que la paz sea con ellos).

Segundo: la aleya de mawadda (El cariño)

«Di: No os pido por ello ninguna recompensa, excepto el amor a mi familia». (Corán; 42:23)

El Mensajero de Allah (ByP) explicó a quiénes se refiere la bendita aleya… quiénes son aquellos a los cuales se hizo obligatorio amar, obedecer y marchar sobre su sendero.

Los exégetas, narradores de hadices y expertos en biografías, han transmitido que «la familia del Profeta (Qurban Nabí) a los que se refiere esta aleya son: Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain (con ellos sea la paz).

Dice textualmente Az-Zamajshari en su Tafsir Al-Kashshaf: «Se narra que los idólatras se reunieron cierta vez y se preguntaron entre ellos: ¿Acaso visteis a Muhammad pedir alguna recompensa por lo que ofrece y hace? Entonces fue revelada la aleya que dice:

«Di: No os pido por ello ninguna recompensa, excepto el amor a mi familia».

Luego continúa Az-Zamajshari: «Se narra que cuando fue revelada, le preguntaron: «¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quiénes son tus familiares a los cuales se nos hizo obligatorio amar?». Respondió: «Ali, Fatima y sus dos hijos».

En el Musnad de Ahmad Ibn Hanbal, se transmite de Sa’id Ibn Yabir que Ibn Abbas dijo: «Cuando fueron reveladas las siguientes palabras del Altísimo: «Di: No os pido por ello ninguna recompensa, excepto el amor a mi familia», la gente preguntó: «¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quiénes son tus familiares a quienes se nos hizo obligatorio amar?». Respondió (ByP): «Ali, Fatima y sus dos hijos».

Esto mismo comprueba Al-Fajru Ar-Razi en su Tafsir Al-Kabir, quien después de mencionar lo dicho por Az-Zamajshari (autor de Al-Kashshaf) sobre la familia de Muhammad (ByP), dice textualmente: «… y yo digo que la familia de Muhammad (ByP) son aquellos quienes de cuyos asuntos se encargaba; entonces, todos aquellos de cuyos asuntos se preocupaba de la forma más fuerte y completa, son el «al” (la familia), y no hay ninguna duda de que la relación que existía entre el Profeta (ByP) y Ali, Fatima, Al- Hasan y Al-Husain, era la más fuerte de las relaciones. Esto, como es sabido a causa de las narraciones mutawatir (de transmisión comprobada), implica que ellos sean el «al» (la familia).

También hay discrepancia respecto al término «al«. Se dice que son los parientes y también se dice que son su comunidad.

Si nos inclinamos por la primera opinión, o sea que son los parientes, entonces ellos serían el «al«; y si nos inclinamos por la segunda, o sea que se refiere a la comunidad, formada por quienes aceptaron su prédica, también entonces estarían incluidos. Queda claro que en cualquier caso ellos son el «al«… pero, ¿se incluye a alguien más dentro de este término? Es en esto que hay discrepancia.

Narra el autor de Al-Kashshaf que cuando fue revelada esta aleya, la gente dijo:»¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quiénes son tus familiares a los cuales se nos hizo obligatorio amar?». Respondió: «Ali, Fatima y sus dos hijos». Partiendo de esto se comprueba que estos cuatro son los familiares del Profeta (ByP). Al verificarse esto, se llega al resultado de que ellos fueron privilegiados con el mayor homenaje. Son varios los indicios de ello:

I- La palabra del Altísimo: «… excepto el amor a mi familia», cuya argumentación ya hemos visto.

II- No hay duda de que el Profeta (ByP) amaba muchísimo a FatImam (P). Por ejemplo dijo (ByP): «Fatima es parte de mí y me molesta lo que le molesta».

Así también se comprueba a través de las narraciones mutawatir que Muhammad (ByP) quería mucho a Ali, a Al-Hasan y a Al-Husain. Esto implica que toda la Ummah deba quererlos, según la palabra del Altísimo:

«Di: Si amáis a Allah, entonces seguidme (haced como yo) y Allah os amará». (Corán; 3:31)

«… seguidle (haced como él), tal vez así seáis guiados». (Corán; 7:158)

«… que sean prevenidos aquellos que desobedecen sus órdenes». (Corán; 24:63)

«Realmente tenéis en el Mensajero de Allah un excelente ejemplo». (Corán; 33:21)

III- La bendición para «Ali Muhammad» (la familia de Muhammad), implica una gran dignidad. Por eso mismo esta súplica fue dispuesta como sello del Tashahhud (testimonio) de la oración, que es cuando decimos:

«Dios mío, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, y apiádate de Muhammad y de su familia».

Este magnífico honor y derecho no lo posee nadie más que «Ali Muhammad». Todo esto indica que amar a la familia de Muhammad (ByP) es obligatorio.

Dijo el Imam Ash-Shafi’i (que Allah esté complacido de él):

Si amar a la familia del Profeta es herejía…

¡Qué atestigüen los Dos Tesoros que soy un hereje!

Transmite At-Tabarí de Ibn Abbas que dijo: «Cuando fue revelado «Di: No os pido por ello recompensa, excepto el amor a mi familia», preguntaron: «¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quiénes son tus familiares a los cuales se nos hizo obligatorio amar?». Respondió: «Ali, Fatima y sus dos hijos». El mismo hadiz transmite Ahmad Ibn Hanbal en su Manáquib, al igual que Ibn Mundhar, Ibn Abi Hátam, Ibn Mardwiah y At-Tabarani en Al Mu’yamul Kabir, a través de Ibn Abbas.

En una narración de Al-Hasan Ibn Ali (P) se cuenta que se dirigió a la gente diciendo: «Yo formo parte de Ahlul Bayt, a quienes amar fue prescripto por Allah para todo musulmán, al decir: «Di: No os pido por ello ninguna recompensa, excepto el amor a mi familia».

En la aleya de tathir (purificación) el Corán ha demostrado la pureza e intachabilidad de Ahlul Bayt (P), y mediante el reconocimiento de esas virtudes le hace entender a la Ummah el valor que poseen y el preponderante rol que cumplen en la vida de la misma.

Es con todo esto que se hacen acreedores a la mawaddah (amor) y a la lealtad con la que ordena en la aleya el Corán, el cual no se refiere solamente a la relación afectiva y al amor de corazón, ya que el amor y el cariño que solo existen en el alma y la conciencia sin materializarse ni verificarse, no tienen ningún valor.

La materialización de cariño y amor para con la familia del Mensajero de Allah (ByP), se logra esforzándose por imitarlos, marchando sobre su senda y aferrándose a su escuela de vida y a todo aquello que se origina de ellos y que los dispone en la Ummah en esa posición de liderazgo y guía.

Cuando el Corán pone en boca del Profeta (ByP) las palabras de esta aleya, le está ordenando informar a su comunidad y a toda la gente que: no quiere de ellos ninguna recompensa, ni retribución por el hecho de difundir el mensaje y por los sufrimientos en el camino de invitar y guiar hacia Allah, excepto amar a su familia, serles leales y marchar sobre su sendero. Esto tiene por objetivo preservar la marcha original de la Ummah y organizar su línea doctrinal y legislativa.

Para eso, la Ummah debe orientarse hacia Ahlul Bayt, conforme a lo estipulado en el Corán.

Si Ahlul Bayt no fuera una garantía de rectitud y de capacidad para liderar la Ummah hacia el camino de la guía, el Corán no hubiera traído tales revelaciones respecto a ellos, ni le hubiera sido ordenado al Mensajero de Allah (ByP) que dispusiera como un derecho propio el exigir a la comunidad que amase a Ahlul Bayt (P).

Este texto coránico nos describe la necesidad de aferrarse y seguir a Ahlul Bayt a causa de su garantía de pureza y rectitud de sus personas. El Corán quiere inspirarnos con esto la confianza para aferrarnos al amor de Ahlul Bayt (P) y a su sendero, y para tomar el Islam a través de su guía, ya que son un camino seguro, de garantizada integridad.

Esos comentarios que citamos de boca de los exégetas, narradores y expertos en hadiz, nos transmiten la explicación de esta bendita aleya dada por el Mensajero de Allah (ByP), e infunden en los corazones el amor a Ahlul Bayt (P), convirtiéndolo en una realidad que vive en la conciencia de cada musulmán. Este amor se materializa en la conducta, se manifiesta en los sentimientos y la benevolencia, y delimita la posición tomada en relación a Ahlul Bayt (P), sus enemigos y sus amigos, en relación a su senda y a lo que se ha registrado de ellos en lo que se refiere a: hadices, jurisprudencia, ideología, argumentos, explicaciones de la doctrina y sus leyes, forma de actuar relacionada con el liderazgo y la política, etc.

Toda esta dignidad y nobleza tienen un propósito y es imprescindible que los musulmanes entiendan su profundo contenido.

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